Gracias por venir.


Gracias por pasar por aquí.

El amor es esa enfermedad incurable,
que produce estados de dulce melancolía
y de sueños despiertos.
Dejo aquí mis síntomas, en forma de poemas,
escritos, dibujos, canciones...

Estás en tu casa. Ponte comod@.
Me gustan las críticas sinceras.
Espero que disfrutes.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Amiga

Tan mi amiga eres. Tanto hiere
todo lo que soy tu sufrimiento.
Tanto estoy penando este tormento,
que el amor más raso no me quiere.

Quiéreme tú, Eros, rodilla en tierra
lucho lo que puedo en esta guerra.
Mira que sé bien que, ni querido,
podré ser siquiera amanecido.

Duelan y se claven, purulentos,
los clavos que hinqué músculo adentro.
¿No fui yo quien inició el tormento?

2 comentarios:

Irene Comendador dijo...

Las tormentas pasan y hay que saber disfrutar de la calma que dejan, de eso trata esta vida cruel y llena de suplicios, para eso hemos venido, para estar en lo mas bajo y resurgir siempre a lo mas alto.
Perfecto

Elena Beatriz Viterbo dijo...

Cómo bien dice Irene, las tormentas pasan, y en la desolación sólo nos queda contar las bajas, hacer recuento de lo que nos queda y armándonos de valor echarnos un pitillo mirando el horizonte, esperando que mañana sea mejor.
Un abrazo insensato, mi amigo de la sonrisa efervescente.