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Gracias por pasar por aquí.

El amor es esa enfermedad incurable,
que produce estados de dulce melancolía
y de sueños despiertos.
Dejo aquí mis síntomas, en forma de poemas,
escritos, dibujos, canciones...

Estás en tu casa. Ponte comod@.
Me gustan las críticas sinceras.
Espero que disfrutes.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Luna vacía

Esa impenitente libertad que tengo presa
torturada cruelmente
agonizante
doliente y callada

La que no se queja en tus prisiones
ni permite que limites sus latidos
sordos y precisos
como el goteo de lágrimas que recuerdo del futuro

Esa limpísima libertad encarcelada
te llama
Aunque no respondas grita tu nombre
en silencio necesario y sempiterno

Grita tu nombre estridentemente muda
Con la lengua mordida por la duda infame
inexacta aberrante desolada
quizá cadáver

Esa impenitente libertad que te importuna
quebrando sus cuerdas vocales
arrodillada bajo la luna vacía de tantas noches
cantando baladas que no puedes entender

Esa libertad que tienes mía
la que rotunda le sonríe a los grilletes
es libre
por estar encadenada a ti.

12 comentarios:

Igor dijo...

"Esa limpísima libertad encarcelada", es un verso con mucho peso y un montón de colores distintos.
Qué enamorado, hasta encadenado.
La mujer. De ella también sería feliz esclavo.
Un abrazo.

Julio Benavente Caballero dijo...

Gracias Igor.
Ando un poco liado y sin pc, pero a ver si me paso a hacerte una visita, que ví por el móvil que tenías algo nuevo.
Un abrazo.

MORGANA dijo...

Una soledad encarcelada...ojalá sea un libertad sin ataduras llena de momentos compartidos de complicidad y amor...
Mi beso.

Elena Beatriz Viterbo dijo...

Lo que diferencia a un relato de un poema, creo yo, es que el poema se escribe a borbotones, se escribe a impulsos del corazón. A veces se trata de escribir, describir, sentimientos difusos, dolor, amor, deseo. Se trata, creo yo, de capturar el momento fugaz, atraparlo y vestirlo de verso.
Por eso un poema a veces se entiende mejor desde el corazón. Grandes versos, mi amigo, sigue encadenado a ese corazón, o no. Pero en todo caso atesora todos estos sentimientos, que te harán más fuerte y siempre te van a recordar que estás vivo.
Todo lo que escribes a mi me parece precioso.
alma sensible.
Un beso insolente, impetuoso, de esta amiga que te quiere.

Julio Benavente Caballero dijo...

Ojalá Morgana.
No imaginas cuánto me alegran tus visitas y tus escritos.
Feliz de verte aquí, te mando un soplo de ilusión y un montón de besos.
Gracias

Julio Benavente Caballero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Julio Benavente Caballero dijo...

Pues sí, Ángela. Los poemas son más viscerales. Creo...Por eso me siento torpe con la prosa. Soy demasiado impulsivo.
Me encanta si tu corazón me entiende o al menos vibra un poquito, porque tu corazón, como ya he comprobado, está repleto de poesía.
Me entusiasmo con tus comentarios por lo que aprendo de ti. Supongo que estas clases deben de valer un montón de bocatas de calamares, jajaja, ya me pasarás la cuenta. Será la más grata que haya pagado jamás.
Ese beso insolente te lo cambio por uno irreverente.
Gracias

TORO SALVAJE dijo...

Puede haber algo más helado y triste que una luna vacía?

Que gráfico!!!

Julio Benavente Caballero dijo...

Pues, la verdad es que en ese momento no se me ocurría nada peor, Toro.
Gracias por pasarte.
Un abrazo.

Daniel Rubio dijo...

Me ha encantado amigo. Me ha recordado a unos de mis textos y solo puedo decirte... ¡qué envidia que puedas escribirlo en verso!

Un abrazo.

Julio Benavente Caballero dijo...

Daniel, tu también lo sabes escribir en verso. Me consta.
Hay momentos que exigen un estilo u otro.
Voy a buscar ese texto al que te refiere, por si no lo he leído.
Muchas gracias, amigo.
Un abrazo fuerte,.

Midala dijo...

Precioso poema.Noto la tristeza de la luna vacia,mil besitos campeón!